Cuatro estrategias para enfrentar con éxito una realidad que no nos gusta.
A todos nos ha tocado en algún momento, asumir cambios, o hacer cosas que no queremos. Desde cosas tan sencillas como: hacer una larga fila para hacer un trámite; tomar una clase que no nos gusta es requisito para la carrera; asumir nuevos proyectos en el trabajo; o adaptarnos a los grandes cambios como los de “Nueva Normalidad” que nos ha dejado la pandemia.
La pandemia y la cuarentena nos han impactado a todos. Han significado un cambio en todo. Desde nuestras rutinas diarias, los tediosos rituales de sanitización, la forma en la que socializamos y en muchos casos, nuestra estabilidad laboral, financiera y emocional.
Pero debemos aceptar la realidad tal cuál es: El Virus llegó, y hasta que no exista vacuna, seguiremos en esto. Entonces ¿Qué nos queda?, debemos adaptarnos y continuar. Sé que suena fácil decirlo y no tanto hacerlo, pero les invito a que hagamos un esfuerzo, y procuremos controlar lo que sí es controlable:
Nuestra actitud.
Te cuento una historia: cuanto yo tenía 11 años, mi papá me asignó lavar los platos, yo estaba molesta porque no quería hacer eso. Él me dijo: “Igual tienes que hacerlo, pero depende de ti si pasas un buen o un mal momento al hacerlo. ¡Tú decides!”. Me tomó unos minutos, pero logré dominar mis pensamientos y emociones, y redireccionarlos hacia una buena actitud, haciendo más agradable aquella lavada de platos.
Te comparto esto, porque en nuestras manos y en las de más nadie, está el sobrevivir a los cambios o imposiciones con una buena actitud.
Solo de ti depende que la pases bien haciendo algo que no te gusta.
Yo lo resumo en 4 estrategias para enfrentar una realidad que no nos gusta:
- Evalúa si puedes hacer algo para cambiar la situación.
- Si no hay opción, acéptalo.
- Decide ponerle un alto al enojo o molestia y fortalece tu buena actitud.
- Con la mente despejada del malestar, mide cómo le puedes ver el lado positivo a lo que estás experimentando.
Te doy ejemplos:
Si igual debemos mantener el compromiso de cumplir con las medidas sanitarias para protegernos a nosotros mismos: si igual debemos hacer los rituales de sanitización, está en nosotros decidir manejar una buena actitud al hacerlo.
Si de todas maneras debemos estar en casa por la cuarentena, sólo depende de nosotros si pasamos o no, un buen tiempo. Responsabilízate de que tu tiempo en casa sea agradable y productivo.
Si ya sabemos que todo cambió, depende sólo de nosotros elegir si hacemos más agradable este periodo, y nos aseguramos de abrazar los aprendizajes que éste 2020 ha traído para todos. Busquemos siempre el lado positivo, valorando los aprendizajes de crecimiento personal.
Si de lo que va de la crisis, aún no tienes aprendizaje de crecimiento personal, decide aceptar lo que ocurre, cambia tu actitud y busca el aprendizaje valioso que esta pandemia trae para ti.
Espero que ese aprendizaje te permita reinventarte y traer cambios positivos a tu vida, que te capaciten para enfrentarte con éxito a los nuevos retos.
A todos nos queda movernos para adelante, pero llevarán la delantera quienes acepten los tiempos que vivimos, no se queden estancados en la queja ni en la eterna espera, y que con una buena actitud se motiven a cambiar, a encontrar solución, ¡reinventarse y adaptarse!
Si el plan que tenías no funcionó, REDIRECCIONA.
La estabilidad emocional, es ese estado en donde nos sentimos en paz, tranquilos y disfrutamos nuestras vidas. Para muchos, esto está lejos de alcanzar, y se puede sentir cómo que no existen alternativas, y hasta se teme estar en un punto de no retorno.
Las emociones perturbadoras, como la ira, el miedo o la tristeza, son emociones humanas que son naturales que aparezcan y que nos generen mucho malestar.
La ira aparece cuando nos sentimos amenazados y creemos podemos defendernos.
El miedo cuando nos sentimos amenazados y aquel peligro nos puede significar mucho daño.
La tristeza es una emoción de aprendizaje, y aparece cuando hemos perdido algo a alguien, y toca aprender de aquella experiencia.
El problema es cuando estas emociones se convierten en parte constante de nuestras vidas y cotidianidad. Aquí les comparto qué podemos hacer para encontrar aquella estabilidad emocional, la paz y la sensación de felicidad que viene con ella.
1- Lo primero es identificar si la perturbación que sentimos es consecuente a algún acontecimiento que estamos viviendo. Ejemplo: si estás pasando por un duelo, o tienes una amenaza tangible delante. Hago énfasis en esto ya que es natural como humanos que somos. que sintamos esas emociones cuándo vivimos acontecimientos como estos.
2- Dejar ir: hacer proceso personales de aceptar lo ocurrido, y dejar ir el dolor. Viene de poder enfrentarnos al dolor y poco a poco dejarlo ir. Aquí el tiempo juega un factor fundamental, y es saber que los procesos naturales de sanidad, toman tiempo y por ende, traen aprendizaje de vida.
3- Podemos hacer más tolerable el proceso de sanidad, cuando aprendemos a hacer ejercicios de manejo emocional, los cuales nos ayudan a controlar las emociones, de manera que no sean ellas las que nos gobiernen. Ejemplos de estos son:
a. los ejercicios de respiración y meditación.
b. utilizar las cosas que nos apasionan para canalizar nuestra emoción como: el arte, la música, las manualidades, el deporte, la cocina, escribir, aprender algo nuevo etc.
c. crear y cultivas amistades quienes podamos desahogarnos.
4 Si la perturbación es insoportable, es recomendado buscar ayuda profesional. Aveces, el dolor supera nuestra capacidad de hacerle frente, y buscar ayuda profesional es una alternativa para resolver nuestra problemática y seguir procedimientos científicos para sanar.
Espero sea útil esta información para ti, y si quieres conocer más del trauma emocional, te invito a ver el Webinar “Sanando mis heridas emocionales” .
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